"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 28 de abril de 2014

Poniendo nuevas preguntas sobre la mesa.

Suplemento Digital No.249 / Abril 2014
Poniendo nuevas preguntas sobre la mesa.
Apuntes para una Introducción a un volumen de Espacio Laical.

El presente trabajo constituye un análisis del destacado economista cubano Pedro Monreal. En el mismo el autor ofrece una mirada estratégica, clara y efectiva, acerca de la renovación económica cubana. Con este aporte el reconocido Profesor efectúa, además, la apertura de un libro que edita Espacio Laical con una compilación de los mejores trabajos publicados en sus páginas sobre la economía cubana. Este texto se titula Desafíos económicos de Cuba. Apuntes para el debate, y muy pronto podrá ser leído por nuestros lectores.

La publicación del presente volumen sobre la economía cubana se orienta, como el resto de las iniciativas editoriales de Espacio Laical y de otras instituciones del país, a difundir ideas que pudieran proporcionar claves para mejorar nuestra comprensión acerca de una transformación social arrolladora que francamente no creo que entendamos adecuadamente. Mucho de lo que sucede en Cuba parece ajustarse a una situación en la que, parafraseando a Marx, “lo sólido se desvanece en el aire” y de la cual apenas alcanzamos a aprehender sus manifestaciones más punzantes.

No se trata solamente del habitual desfasaje entre la práctica social y su teorización, ante la cual solo cabe la modestia intelectual del investigador. Pudiera ser también el resultado de que las reflexiones sobre el cambio actual en Cuba todavía no han podido llegar, por cuestiones de enfoque y método, a “la simplicidad que se encuentra al otro lado de la complejidad” postulada por Oliver Wendell Holmes. En otras palabras, que quizás no podemos ver las cosas claramente porque los instrumentos de análisis que nos empeñamos en utilizar no son los adecuados para lidiar con la complejidad del fenómeno que tratamos de descifrar.

¿Se trata de un déficit fortuito del análisis o una insuficiencia académica inducida? La verdad es que eso no me queda claro pero lo que me atrevo a afirmar es que, en cualquier caso, la incitación al debate pudiera ser una buena manera de avanzar en la solución del problema y por esa razón la compilación de textos sobre economía cubana publicada por Espacio Laical es muy oportuna. Se trata de un volumen que, quizás precisamente por haber sido “ensamblado” a partir de componentes que fueron diseñados y producidos de manera autónoma y en momentos distintos, ofrece al lector la oportunidad de constatar la extensión y abigarrada diversidad de lo que pretende ser entendido por un grupo representativo –pero lejos de estar completo- de economistas cubanos que abarca al menos tres generaciones distintas con disímiles trayectorias profesionales. Son los casos de Carmelo Mesa-Lago, Jorge Piñón, Omar Everleny Pérez, Arturo López-Levy, Pavel Vidal Alejandro y de mí mismo.

Es, por tanto, una recopilación que no solamente incluye el valor intrínseco de cada uno y de todos los textos que la integran sino que también ofrece la conveniencia de poder identificar a través de una sola lectura algunas de las áreas sobre las que debería reflexionarse con más ahínco y probablemente de una manera distinta a como se hace hoy, para poder avanzar en el análisis de las transformaciones sociales en Cuba. Asumiendo que es muy probable que este volumen sea leído por lectores avezados aunque no necesariamente expertos en economía, lo que realmente importaría preguntarnos es: ¿qué “sacaría en limpio” un lector después de haber revisado esta compilación?

Quizás lo primero que pudiera venirnos a la mente, alterando la famosa cita de Clemenceau referida a la guerra, es que la economía es demasiado importante como para dejarla en manos de los economistas. Ese fue, al menos en mi caso, el corolario de la lectura del conjunto de textos. Se trata de una afirmación muy seria que expreso con el mayor respeto por las ciencias económicas. De hecho, lejos de caricaturizar, considero que tal apreciación elogia el trabajo de los economistas porque coloca en perspectiva la intrincada naturaleza del problema que les corresponde comprender. Lo que sucede es que cuando nos referimos al cambio económico en cualquiera de sus variantes (por ejemplo: crecimiento, desarrollo, modificación de modelo, cambio de políticas económicas, o nueva estrategia, entre otros) en rigor de lo que estamos hablando es solamente de uno de los componentes de una transformación social mayor. Eso significa, ni más ni menos, tener que adentrarnos en la interpretación del cambio de sistemas sociales complejos, un proceso respecto al cual los enfoques disciplinarios poco pueden aportar por separado. No se trata, por supuesto, de un problema nuevo. Desde hace ya varias décadas existe una clara conciencia –Cuba incluida- acerca de la necesidad de enfoques transdisciplinarios y de las ventajas que el pensamiento sistémico ofrece para entender la complejidad social.

Sin embargo, llama la atención la insistencia con la que los economistas cubanos –salvo contadas excepciones- nos empeñamos en arrimar la brasa a nuestra sardina en lo tocante al análisis de las transformaciones sociales actuales en Cuba.

Creo que este es un problema real y se refleja, entre otras cosas, en la propia terminología que utilizamos, a veces por convicción y otras simplemente por conveniencia de comunicación. ¿Es adecuado asumir que el cambio social en Cuba consiste esencialmente en una “actualización del modelo económico”? ¿Expresa tal término (que no es un concepto científico) la complejidad social del cambio que ya viene ocurriendo en el país y de lo que pudiera estar por llegar? ¿Reflejan debidamente los análisis sobre la “actualización” la multiplicidad y la no linealidad de las relaciones entre las diversas dimensiones del cambio? ¿Es apropiado utilizar términos como “población en riesgo” o “trabajadores excedentes” cuando ya existen categorías precisas en las ciencias sociales que expresan mejor el contenido de los fenómenos en discusión? De hecho, hay una importante pregunta adicional cuyas posibles respuestas tendrían una relevancia que rebasa lo académico: ¿resulta admisible la proposición de que puede planificarse un cambio que no se entiende bien que cosa es?

De entrada, deben quedar claras dos cuestiones: primero, que no se trata de que para conducir el cambio social necesariamente deba entenderse previamente su complejidad. Eso no es lo que estoy diciendo. En realidad, la mayoría de los cambios sociales han sido y continúan siendo conducidos (que no es lo mismo que planificados) en ausencia de un entendimiento ex ante. La política es, para decirlo rápido, un oficio aprendido a través de la práctica en la que también influyen “intangibles” como la intuición y el carisma y que no requiere necesariamente de una concepción científica previa. La observación crítica que he hecho se refiere a otro asunto: a la pretensión, ocasionalmente proyectada, de que estamos en presencia en Cuba de un cambio social cuya complejidad ya ha sido científicamente comprendida en lo esencial, o cuando menos vislumbrada, y que por tanto el cambio puede planificarse más o menos convenientemente en ciertas direcciones y determinadas secuencias. Sin embargo, eso es algo respecto a lo cual no parece existir evidencia verificable.

Segundo, que no es suficiente tratar de entender el cambio social solamente, o fundamentalmente, desde una perspectiva científica porque la transformación de la sociedad es siempre –en alto grado- un proceso asentado en premisas normativas basadas en valores y consideraciones éticas. Estas no solamente adornan el discurso sino que definen, en compleja interacción con los intereses, el liderazgo del cambio así como los objetivos, prioridades y modalidades del mismo. Por ejemplo, ¿cómo debe definirse el sujeto social de “la actualización”, como individuo/ciudadano o como individuo/consumidor?; ¿Debe pensarse en la pobreza –que hoy en Cuba es visible y extendida- como una cuestión relacionada con la ayuda al pobre o con el empoderamiento político del pobre? ¿Debe la protección del medio ambiente –dimensión indispensable del desarrollo, especialmente en una pequeña Isla- centrarse en preocupaciones humanas o debe asentarse en una ética no-antropocéntrica?

Las reflexiones actuales de los científicos sociales, incluidos los economistas, también deberían hacer mayor énfasis acerca de la propia razón de la investigación social en Cuba: ¿se concibe fundamentalmente esta como una crítica social sustantiva, incluyendo la exploración de problemas sistémicos, o debe orientarse fundamentalmente a producir propuestas de política, usualmente encaminadas a sugerir soluciones a problemas concretos? De nuevo nos encontramos aquí ante un tema tradicional. En principio, pudiera considerarse que las respuestas no tienen que ser excluyentes. Pudieran complementarse, pero ello no ocurriría de cualquier manera. En cualquier caso, existen hoy importantes aspectos relativos al cambio social en Cuba en los que un énfasis excesivo en las tareas utilitarias de las ciencias económicas pudiera estar diluyendo su contribución en cuanto a crítica social imprescindible. El tema de la pobreza es probablemente uno de los que necesita ser sometido a una indagación crítica más aguda que la que se hace hoy. ¿Es la pobreza en Cuba una aberración social circunstancial o una falla sistémica?

Obviamente habría aquí una dimensión institucional que requiere ser entendida y posiblemente rectificada pues las instituciones políticas tienen un poderoso impacto en la definición de la agenda académica. Se trata de un asunto complicado respecto al cual solamente llamo aquí la atención pero que pudiera ser parte de una reflexión más profunda acerca de algunos temas aparentemente transformados en “sentido común” o en vías de llegar a serlo, sobre los que se supone que las ciencias sociales deberían estar haciendo una reflexión crítica muy activa, aunque ese no parece ser el caso.
Reclamar la importancia de lo económico parece apoyarse hoy en una aseveración frecuentemente escuchada en Cuba acerca de que primero se necesita producir para distribuir después, lo anterior es muy discutible pues ¿no influyen acaso determinadas nociones sobre la distribución en las decisiones sobre la producción (qué se produce, cómo se produce y para quien se produce)? La utilización de términos como “sociedad socialista próspera y sostenible” exige de entrada discusiones sobre el socialismo contemporáneo, sobre la “prosperidad” (o pudiera ser también sobre el bienestar humano) y sobre la “sostenibilidad”, incluida no solo la sostenibilidad ambiental, sino también la sostenibilidad económica y la social.

Ciertamente, parte de lo que se publica actualmente sobre la economía cubana es el resultado de investigaciones, algo que es evidente en el estudio de casos (empresas, cooperativas, comunidades, etc.) y de temas específicos como algunos de los abordados en las contribuciones que conforman este volumen. Sin embargo, la proyección integral del modelo social (no solamente económico) con el cual intenta reemplazarse el actual estado de cosas en Cuba no parece ser, la mayoría de las veces, el resultado de una secuencia estándar de investigación social: recolección de datos, análisis de datos, interpretación de datos y recomendaciones. Al menos ese es el caso de una parte considerable de lo que ha sido publicado y por tanto de lo que pudiera ser relevante para el debate público. Es decir, que en vez de reflejar investigación social “pura y dura” basada en el análisis de la evidencia, en muchos casos la prefiguración sistémica del modelo de sociedad al que desea llegarse parece ubicarse más en el plano de la opinión y del ensayo social que en el del resultado de la investigación social. No es que emitir opiniones este mal o sea algo inferior a la investigación. De hecho es muy positivo tener y poder expresar opiniones. Lo que me interesa anotar es que las opiniones y los resultados de investigación son cosas distintas, aunque pudiesen estar relacionadas.

Pero no solamente se requiere del pensamiento sistémico y de la investigación social a la hora de interpretar la transformación social y de elaborar propuestas relativas al cambio. También es necesario que los economistas aborden de frente la dimensión política, yo diría eminentemente política, de la transformación social en curso, en parte resultante de una “actualización” que está siendo profundamente impactada por las dinámicas de un evento político inédito en las cinco últimas décadas en el país -un ejercicio masivo de transferencia generacional del poder político- que inevitablemente se asocia al intento de construcción de una nueva gobernanza en Cuba. Cualquier transformación social de mediana intensidad y alcance involucra, por lo general, modificaciones relativas –a veces absolutas- de poder político. Cuando la transformación social es significativa, puede ocurrir un cambio sustancial en la correlación del poder entre clases sociales (como ocurrió en Cuba a inicios de los sesenta del pasado siglo) pero en ocasiones las modificaciones del poder político pueden ser de otro tipo, menos visibles y más difíciles de clasificar, y este es un tema que entra de lleno en lo que se supone que deben ser las preocupaciones de los economistas.

El propio proceso de desarrollo, muy frecuentemente definido de una manera reduccionista en términos económicos, también es asumido por una parte de las ciencias sociales como un proceso de empoderamiento político. Para ser más precisos, se trataría del desarrollo concebido como un proceso asentado en la redistribución del poder político de modo tal que permita incrementar la capacidad de los grupos sociales “desfavorecidos” (por ejemplo los pobres y los discriminados por cualquier motivo) para decidir sus propias opciones y poder actuar efectivamente para transformar la realidad social de acuerdo a sus intereses.

Esa es una perspectiva del desarrollo económico que desplaza la atención desde la modelación económica, que a fin de cuentas es una abstracción, hacia el plano concreto en el cual se define el bienestar de la gente: la política. Las cosas deben ser asumidas tal y como son: el desarrollo es siempre una cuestión eminentemente política. Correspondería, por tanto, que ello ocupase un lugar central en las reflexiones que hacen hoy los economistas sobre las transformaciones sociales en Cuba. En ese sentido, habría que incorporar al menos cuatro dimensiones relevantes al debate sobre “la actualización”: a) el basamento moral sobre el cual debe erigirse la política nacional; b) una visión de la política económica, de la política social y del desarrollo basada en un enfoque de derechos humanos; c) la ciudadanía social como vía de empoderamiento político; y d) el empoderamiento legal imprescindible para asegurar la exigibilidad y justiciabilidad de los derechos. Cualquier posible objeción respecto a que esos asuntos no son temas propios de los economistas debiera ser contrastada con el hecho de que el desarrollo de las ciencias económicas precisamente ha girado en buena medida alrededor de esos temas. De Smith y Marx a Stiglitz y Sen, pasando por Marshall, Keynes, Friedman, Prebisch, Aníbal Pinto, Celso Furtado, Arthur Lewis y Norman Girvan, la moral y la política han sido preocupaciones centrales de los economistas.

El principal asunto del debate público en Cuba, especialmente en lo relativo a “la actualización”, debería ser la base moral de la estrategia y de las políticas del cambio social. Esa base moral debería ser la solidaridad social: la noción de que ciudadanos libres y con derechos se preocupan mutuamente por los problemas de los demás y actuando, desde la responsabilidad individual y social, resuelven efectivamente esos problemas mediante diferentes mecanismos, incluyendo la utilización de los medios del Estado. Se trataría de una moral asentada en el compromiso de ayudar y de proteger a los demás y de actuar positivamente para materializar tal compromiso. Es una cuestión importante porque no existe ninguna garantía automática de que sea esta la noción que finalmente prevalezca como fundamento moral de la sociedad cubana. Se requiere de una movilización política popular que defienda, en disputa con visiones alternativas, la solidaridad social como premisa moral de la transformación social en Cuba. Esta sería una plataforma moral compartida por personas de diferentes credos y sectores de la sociedad. Resulta esencial que se hable de las políticas económicas comunicando claramente los valores sociales que están detrás de esas políticas.

¿Pudieran los economistas contribuir a esa alineación deseable entre las políticas económicas y una moral del cambio social basada en la solidaridad humana? Ciertamente, y quizás un buen lugar para comenzar –aunque no suficiente por sí mismo- sería la influencia que pudieran tener los economistas en modificar algunos aspectos de la narrativa sobre “la actualización”. Por una parte, hay ciertos términos que están siendo utilizados –por académicos y funcionarios- que se aproximan más a una noción moral exclusivamente basada en la responsabilidad individual (generalmente asociada al pensamiento conservador) que a una moral asentada en la solidaridad social. Ese pudiera ser el caso, por ejemplo, del énfasis (que considero desproporcionado) en relación con la crítica que se le hace al llamado “igualitarismo”, sin que tal crítica sea claramente comprensible. ¿Es realmente el “igualitarismo” –como quiera que se le defina- un problema más importante que la creciente desigualdad social del país? ¿De qué manera una denuncia al llamado “igualitarismo” puede ser compatible con la solidaridad social? Por otra parte, están las metáforas que se utilizan actualmente en Cuba. Las metáforas son importantes porque influyen significativamente en la vida de los individuos y en la sociedad a partir del papel que desempeñan en la explicación de fenómenos sociales complejos, como pudiera ser el caso de “la actualización”. El discurso importa porque el lenguaje, repetido una y otra vez, es un factor en la formación del conocimiento y en el posicionamiento político que de ello pudiera derivarse. Las metáforas son parte de los mecanismos inconscientes que permiten estructurar las políticas. En ese sentido, las metáforas del “estado papá” y del “pichón”, que han sido utilizadas en el contexto de “la actualización”, también parecerían tener más afinidad con las grandes metáforas del pensamiento conservador contemporáneo (la visión de la nación como una familia centrada en un padre estricto con hijos que son educados para ser independientes) que con una visión moral estructurada alrededor de la solidaridad social. Valdría la pena tomar nota de este asunto.

Los economistas también pudieran hacer una contribución importante en lo relativo a la función crucial que deben desempeñar los derechos económicos y sociales, sobre todo teniendo en cuenta el papel que se le concede en el discurso oficial a los mecanismos de protección social, codificados usualmente como “logros de la Revolución” y que parecen ser apoyados por una parte mayoritaria de la población. Tal contribución pudiera consistir, entre algunos aspectos, en articular convincentemente en el contexto del debate sobre la “actualización” la noción de que el bienestar de las personas y de la sociedad es un derecho humano que se materializa en una serie de prestaciones sociales, libertades y riqueza espiritual. Estas no son el resultado de la filantropía de “los que tienen” (fuera y dentro del país), tampoco son dádivas que ofrece pródigamente el Estado, ni deben ser vistas como una variable de ajuste (para reducir gasto público) a la hora de enfrentar desequilibrios presupuestarios. Cuando el bienestar social es enfocado desde una perspectiva de derechos humanos cualquier retroceso debe ser considerado como inaceptable. ni deben ser una variable de ajuste frente a la carencia de recursos. Cada acción de política económica debe ser “puesta frente al espejo” de los derechos humanos. Dos preguntas deberían ser siempre respondidas al diseñar las políticas económicas: ¿están siendo incorporados los derechos humanos en las políticas?; y ¿se encuentran reflejadas las normas legales en materia de derechos humanos en las metas de política y en la sustancia de los indicadores utilizados para medir el progreso de las mismas?

La ciudadanía social, entendida como resultado del proceso histórico que estableció mecanismos niveladores (p.ej. la seguridad social, los sistemas de salud pública o el acceso universal a la educación) que permitieron contrarrestar la llamada “exclusión primaria” generada por procesos de desempoderamiento extremos en los mercados básicos, como el mercado de capital y el mercado laboral, también debería ser objeto de debate en Cuba. En un contexto en el que se le han creado espacios al capital y al mercado, el análisis de la ciudadanía social es pertinente. ¿En qué medida pudiera resultar “la actualización” en una redefinición del sujeto y de los derechos de la ciudadanía social? ¿Pudiera pensarse en un desplazamiento del sujeto social concebido como “trabajador con derecho”, que implica un estatuto no mercantil de su trabajo, a un sujeto social concebido como “consumidor”, favorecido con un derecho a un consumo mínimo? En ese sentido, la discusión actual, por ejemplo, sobre la “libreta de abastecimiento” no debería ser vista desde la perspectiva estrecha de un programa para la gestión de riesgo social sino desde la óptica más amplia de ciudadanía social.

El aspecto legal relativo a la materialización de los derechos en el contexto de la “actualización” es importante. No basta con que los derechos estén reconocidos por la Constitución y por las leyes, y defendidos en los discursos. Es esencial que la materialización de los derechos económicos y sociales sean justiciables y exigibles, es decir, que exista una legislación específica que garantice el cumplimiento de las obligaciones que se derivan de un derecho dado y que contemple la existencia de remedios legales en caso de no cumplimiento y de violaciones. La preservación, e inclusive el mejoramiento de los “logros de la Revolución” necesitan de “candados legales” que sean sagazmente diseñados.

Vale anotar que la reflexión sobre el tema es mucho más amplia pues también incluye la discusión acerca de todos los derechos humanos, no solamente los económicos y sociales. El hecho de que los derechos humanos sean un “concepto discutible” (desde una perspectiva teórica) y de que sean objeto de divergencias políticas e ideológicas, a veces muy intensas, no significa que deban ser asumidos de forma fragmentada, según resulte conveniente. Asumir una visión integral de los derechos humanos, probablemente de manera paulatina, debería ser parte de las transformaciones sociales en Cuba. Será un proceso decidido en el terreno de la política pero respecto al cual las ciencias sociales pudieran hacer aportes. Una moral basada en la solidaridad social también debe incorporar la responsabilidad individual y los derechos civiles y políticos de las personas. Quizás sea este un proceso que demore algún tiempo en cuajar en el debate nacional pero me parece adecuado señalar que no debería ser considerado como algo racional para un científico social mirar hacia otro lado o esconder la cabeza en la arena cuando se plantee una discusión integral sobre los derechos humanos, algo que es relevante para el caso de los economistas por el simple hecho de que el desarrollo económico y social esencialmente consiste en la materialización de derechos humanos.

La manera en que se organizaría la participación popular en la definición, aplicación y control de la política económica, así como el perfeccionamiento de mecanismos existentes o la creación de nuevas formas de rendición de cuentas y de control popular (no solamente estatal) también son áreas de trabajo de los economistas. Los aspectos mencionados son componentes cruciales para el tipo de empoderamiento del cual debe resultar el desarrollo, por ejemplo, el poder que tendrían los previsibles beneficiarios de las políticas sociales en cuanto a participar en las decisiones (no solo en las consultas) sobre la asignación de recursos y en las modalidades de operación de prestaciones sociales claves como son la salud, la educación y la vivienda. Pudiera ser una manera, moralmente razonada, de movilizar políticamente en favor de la justicia social el sector de la población que Mayra Espina nos ha señalado que popularmente se identifica como quienes están “en el fondo del caldero”.

La distribución de recursos no es neutral para la materialización de los derechos económicos y sociales. Algunas variantes de distribución, tanto para el consumo como para la inversión, pueden tener un impacto más positivo que otras sobre la realización de los derechos, especialmente en condiciones de relativa penuria de recursos. Por ejemplo, el caso de las decisiones sobre la construcción y el mantenimiento de viviendas parece ser un área en la que los criterios de los posibles beneficiarios difícilmente pasen por consideraciones “técnicas” relativas a la eficiencia del proceso constructivo. Alcanzar una cuadratura de círculo en esta área pudiera ser muy complicado pero la variante de confiar la solución de los problemas habitacionales de Cuba al mercado (“por medios propios”) pudiera parecerle una propuesta exótica, e inaceptable, a muchos de quienes hoy no tienen un techo seguro. La complejidad relativa a cómo empoderar a la población no debería ser una justificación para suplantar la participación popular con burocracia y tecnocracia. ¿Pudieran las ciencias sociales, en particular las económicas, informar adecuadamente tal proceso? Seguramente pudieran hacerlo.

Es igualmente un tema pertinente para el debate económico en Cuba discutir frontalmente uno de los principales mitos que inexplicablemente parece haber encontrado un lugar bajo el sol en el debate sobre “la actualización”: la noción de que una combinación de empleo estatal, inversión de capital transnacional, pequeña producción mercantil predominantemente en su modalidad de subsistencia, actividad capitalista nacional, un puñado de cooperativas y una masa de desempleados que no parece tener posibilidades de inserción en la economía formal, puede ser una fase para avanzar hacia la prosperidad con justicia social. Quizás tenga que ver con eso a lo que Rafael Hernández ha llamado muy acertadamente “simplismo privado”.

Me percato de que he colocado en esta introducción muchas más interrogantes que respuestas y que no me he referido en detalle a los textos del volumen, pero es que más que un comentario sobre la compilación he considerado que resultaba oportuno insistir en la conveniencia de colocar los temas del debate económico contemporáneo en Cuba, reflejados en el volumen, en el contexto más amplio de la trasformación social en la que ha entrado el país. Es por tanto, también una invitación a que el lector explore otros resultados editoriales de Espacio Laical que han abordado diversas aristas del cambio social. Se dispone de una masa crítica de catálogos temáticos que facilitaría intentar hacer la conexión entre diferentes disciplinas para avanzar hacia un análisis integral del complejo sistema social actualmente en proceso de transformación en Cuba. Estimular a los lectores a sumarse activamente al debate público, desde los diferentes lugares que ocupan en la sociedad, ha sido el propósito principal de esta breve introducción.

La revista Espacio Laical puede ser vista en www.espaciolaical.org y adquirida en el Centro Cultural Padre Félix Varela,Tacón s/n entre Mercaderes y Chacón. La Habana Vieja , La Habana. CP 10100.

CRÉDITOS:

Equipo de redacción: P. Yosvany Carvajal, Roberto Veiga y Lenier González.
Diseño: Ballate

Google afirma que sus autos sin conductor ahora pueden transitar en la ciudad

By ALISTAIR BARR


GoogleGOOGL -0.02% informó el lunes que sus autos autónomos ahora son capaces de recorrer las calles de una ciudad, un reto más complejo que la conducción en autopistas, en la que se enfocó el proyecto inicialmente.

El proyecto, lanzado en 2009 como una de las primeras iniciativas de investigación de alto alcance de Google, ha registrado alrededor de 700.000 millas (1,1 millones de km) conduciendo de manera autónoma utilizando unos 24 vehículos Lexus RX450h equipados con sensores. Esto representa un aumento frente a las más de 300.000 millas (cerca de 500.000 km) registradas en agosto de 2012, la última vez que Google realizó una actualización. Google precisó que hasta ahora no ha causado ningún accidente cuando sus vehículos están en modalidad autónoma.

Google anotó que cambió el enfoque del proyecto de conducir en autopistas a transitar en centros urbanos hace alrededor de un año debido a que las zonas desarrolladas son donde la mayoría de la gente vive y conduce.

"Es muy importante tener la capacidad de conducir en las calles de la ciudad si buscamos tener avances significativos para lograr que los autos sin conductor se hagan realidad", señaló la empresa.

Para recorrer zonas urbanas con mucho tráfico, Google actualizó el software de los vehículos agregando más tipos de objetos, como peatones y ciclistas, que los autos pueden comprender y a los que pueden responder. Los sensores en los vehículos ahora pueden "leer" señales de tránsito cuando se presentan de manera repentina, como cuando un oficial de tránsito eleva una señal de PARE, anotó Google.

Google agregó miles de nuevas situaciones de tránsito y formas en las que estas se desenvuelven a sus modelos computacionales, para que sus vehículos puedan reconocerlas, comparar lo que está sucediendo en tiempo real con lo que debería estar sucediendo y responder de forma apropiada. Si otro auto se está acercando a un alto en una intersección con cuatro señales de PARE a alta velocidad, los modelos de Google calculan la probabilidad de que el vehículo se detendrá de manera normal, frenará de golpe o saldrá disparado por el cruce, explicó la empresa.

Google apuntó que también incorporó hábitos de conducción defensiva para que los vehículos permanezcan fuera de los puntos ciegos de otros autos y se alejen de camiones grandes y motocicletas. Los vehículos autónomos también hacen una pausa durante 1,5 segundos después de que un semáforo se pone en verde para evitar a otros autos que crucen en rojo.

Google publicó un video en YouTube que muestra cómo los vehículos autónomos atraviesan por situaciones comunes de tránsito en la ciudad de Mountain View, California, el hogar de la empresa.

Por supuesto, Google también afronta muchos obstáculos legales y regulatorios para poder sacar sus vehículos autónomos a la calle.

La compañía aún tiene que lidiar con situaciones de tránsito más difíciles, como intersecciones más complejas y zonas de construcción. También existen situaciones particularmente difíciles que los seres humanos superan con gestos sociales, como las señales de PARE en las cuatro esquinas, los cambios de carril o uniones de carriles, señaló Google.

"Aún tenemos muchos problemas por solucionar", escribió en el blog Chris Urmson, director del proyecto de vehículos autónomos de Google. "Pero miles de situaciones en calles de ciudad que nos habrían trabado hace dos años ahora pueden navegarse de manera autónoma".

Blogueros del mundo en Tuitazo de la Solidaridad por Los Cinco



Holguín, Cuba, 28 abr (PL) Blogueros del mundo realizarán el 5 de mayo aquí el Tuitazo de la Solidaridad a favor de la causa de cinco antiterroristas cubanos como parte de las XXI Romerías de Mayo, anunció hoy el comité organizador.Con esa acción los asistentes al segundo encuentro de blogueros se adhieren a la Tercera jornada internacional de denuncia y solidaridad cinco días por Los Cinco en Washington DC y abogarán por la liberación de Ramón Labañino, Gerardo Hernández y Antonio Guerrero.

Ellos, junto a René González y Fernando González (ya regresaron a Cuba después de cumplir sus condenas), fueron encarcelados en 1998 por dar seguimiento a grupos extremistas que en suelo norteamericano preparaban acciones terroristas contra la nación caribeña.

El integrante del comité organizador del evento Luis Ernesto Ruiz informó a Prensa Latina que el encuentro de blogueros se coordinó desde 2013 en el Festival Mundial de Juventudes Artísticas , del 2 al 8 de mayo, en Holguín, a más de 700 kilómetros al este de La Habana.

Explicó que los blogueros participarán en el desfile inaugural y en las actividades programadas de las Romerias de Mayo, mientras que el 4 estarán en las coberturas de las sesiones post-congreso de la Asociación Hermanos Saiz, que agrupa a los jóvenes artistas cubanos.

Se prevé además, la conferencia Red de redes En Defensa de la Humanidad: la importancia de mirar hacia adentro a cargo de Omar González (Red en Defensa de la Humanidad) y el panel Las redes sociales como escenario para la lucha ideológica y la transformación social. Experiencias y lecciones.

También los blogueros intercambiarán en el panel: Blogs y redes sociales como espacios para socializar en red. Por dónde andamos y hacia dónde vamos en Cuba.

Ruiz adelantó que del 2 al 8 de mayo las redes sociales contarán con la presencia de los jóvenes artistas que asistan a esta edición de las Romerías de 2014 que marcan el 20 aniversario del evento.

Putin llama a abrir cadenas de comida rápida rusa que compitan con McDonald´s

EFE - "Tenemos una comida fantástica. La cuestión radica en cómo compaginar la producción industrial con una buena calidad, digamos que mejor que los posibles competidores, incluido McDonald´s", dijo Putin, citado por las agencias locales.

El presidente subrayó que la comida rusa "debe ser fresca como la casera, pero elaborada según los principios de la producción industrial".

"A día de hoy, seguro que podremos hacerlo y, en gran medida, depende de ustedes. Hay que crear las condiciones. Ustedes pueden crear condiciones beneficiosas para la pequeña y mediana empresa", dijo a un grupo de diputados locales durante una visita al noroeste del país.

En los últimos años han aparecido en las grandes ciudades rusas establecimientos de comida rápida, pero en las regiones no hay tradición de restaurantes, que suelen ser caros y de baja calidad.

Ante la ola de sanciones internacionales por el papel ruso en la crisis ucraniana, Putin ha anunciado medidas como la creación de un sistema de cambio alternativo al Occidental, mientras algunos políticos han apostado por la reorientación de las exportaciones, en particular las energéticas, hacia Asia.

Las 10 medidas del Gobierno para reindustrializar España

El Gobierno proyecta un plan hasta 2016, con los empresarios y sindicatos, para elevar el peso del sector en la economía en 1,4 puntos, hasta el 17,4% del PIB, y crear 370.000 puestos de trabajo. La crisis ya ha destruido 800.000 empleos en la industria y ha dejado ociosa el 30% de su capacidad.

El décalogo para revitalizar el tejido productivo español

1. Más presencia en el extranjero. España podría aumentar en 10.000 millones de euros anuales sus exportaciones industriales fuera de la UE si refuerza sus relaciones comerciales con los siguientes países: EEUU, Canadá, Japón, Corea, Australia, China, Rusia, India, Indonesia, Arabia Saudí y Sudáfrica. Es una propuesta del Boston Consulting Group y el Gobierno.

2.Multilocalización de empresas. Según el informe del BCG y el Ministerio de Industria, hasta el 10% de las pymes españolas y el 60% de las grandes empresas podrían disponer de filiales y plantas en el extranjero si las multinacionales españolas potenciaran su capacidad de ‘arrastre’ para compañías más pequeñas que quieran salir al exterior y no dispongan de medios.

3. Defender el interés nacional. La consultora estadounidense recomienda potenciar la llamada «diplomacia económica» para defender los intereses españoles en los foros internacionales. En concreto, propone imitar las estrategias de países como Alemania o Francia, aumentar la influencia de ‘lobbies’ españoles en la UE y reducir la burocracia.

4. Estimular la demanda interna. La demanda interna de bienes industriales españoles, según el BCG, podría crecer en 13.500 millones de euros anuales si se reforzaran los programas de estímulo para sectores estratégicos y de fomento de productos ‘Made in Spain’. Una de las medidas que el BCG cree adecuadas es el Plan Pive para renovación de vehículos.

5. Reducción de los costes. La puesta en marcha de programas de optimización de costes logísticos, laborales y energéticos podría reportar a la industria española un ahorro de 1.000 millones de euros al año. El informe del BCG propone, entre otras medidas, desarrollar fuentes de energía autóctona como el gas de esquisto y homogeneizar las normativas de transportes.

6. Mejorar el marco regulatorio. España ocupa el puesto 44 en la clasificación de 180 países que elabora el Banco Mundial sobre la facilidad para abrir negocio, un escalón por debajo de los países del entorno. Entre las medidas propuestas para incentivar las inversiones extranjeras destaca la garantía de la unidad de mercado y la simplificación de la regulación.

7. Potenciar la I+D+i. Pese a los esfuerzos del país por incrementar el gasto en I+D+i durante la última década, en 2010 el gasto conjunto del sector público y privado fue del 1,4% del PIB, por debajo del 2% de la media de la UE y lejos de países punteros como Alemania (2,8%) oJapón (3,4%). El BCG propone hacer un seguimiento más exhaustivo de las ayudas.

8. Profesionalizar las pymes. Más del 60% de los empleados españoles trabajan en empresas con una plantilla inferior a las 50 personas y un 40% lo hace en compañías con menos de diez trabajadores. Algunos retos que deben encarar estas empresas son la poca especialización de los empleados y la limitada exposición a los mercados internacionales.

9. Educación empresarial. Una de las ideas que el Gobierno introdujo en la reciente Ley de Emprendedores es la introducción de nociones empresariales y fomento del emprendimiento en los planes educativos, para así facilitar la inserción de los alumnos en el mercado laboral. El sector privado afirma que la educación actual no contribuye a esa integración.


10. Más financiación no convencional. Dada la abrupta caída de créditos bancarios durante la crisis, una de las alternativas para que las empresas consigan financiación es la emisión de deuda corporativa. El recién creado Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) puede ser un instrumento apto para estimular la compraventa de bonos y pagarés empresariales.


<br/><br/><a href='http://www.expansion.com/2014/04/27/economia/1398628696.html?utm_content=bufferc3e11&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer?cid=FCOPY33701'>Las 10 medidas del Gobierno para reindustrializar España,Datos macroeconómicos, economía y política - Expansión.com</a>

¿Se acerca una tregua de primavera con Cuba?

Por Rafael Hernández
Temas

Politólogo, director de la revista cubana Temas. Coautor de Debating U.S.-Cuban Relations. Shall We Play Ball? (2011).

“Ay, Obama/Ay, Obama, vuélvete loco/ ven pa´La Habana”.
Grupo Interactivo

Se asume, y hasta se da por seguro, que la política norteamericana hacia Cuba se dicta en Miami, por exiliados cubanos que preferirían morir antes de permitir que Washington negociara con la isla. Esta interpretación atribuye a un condado de Florida la causa de un conflicto que ha durado más de medio siglo. Ese factor existe, pero la explicación real resulta más compleja.

Desde el fin de la Guerra fría, Cuba ha perdido perfil en el radar estratégico de los Estados Unidos. Ya no tiene la significación de hace más de un cuarto de siglo, cuando desplegaba cincuenta mil soldados en Angola y mantenía una alianza con la URSS.

Lo más probable es que el presidente Obama le dedique a Cuba solo escasos minutos, en comparación con las horas que debe ocupar con Irak, Irán, Afganistán, Siria, la RPDC, Pakistán, China, Rusia, Venezuela, Ucrania, etc. Al mismo tiempo, sin embargo, la mayor isla del Caribe se posiciona ya dentro del hub marítimo que emergerá de la ampliación del canal de Panamá. Y si se observa un mapa, se verá que los puertos más cercanos al Mariel no son Veracruz o Maracaibo, sino Mobile, New Orleans, Houston.

En este nuevo contexto, una corriente que parece más favorable al cambio ha estado emergiendo en la actitud norteamericana hacia Cuba. En noviembre, el presidente Obama afirmó, ante el lobby cubanoamericano, que la estrategia de los Estados Unidos debería mantenerse abierta a los cambios en la Isla, y reconoció que la idea de que “las mismas políticas aplicadas en 1961 iban a seguir siendo efectivas hoy, en la era de Internet y Google y los viajes globales, no tiene sentido”. Un mes después, le estaba dando la mano al presidente cubano Raúl Castro, durante las honras fúnebres de Nelson Mandela.

Si estas señales condujeran a un cambio real, ¿qué intereses políticos y geoestratégicos de los Estados Unidos podrían satisfacerse con un acercamiento a Cuba?

Económicamente, el embargo no favorece a nadie. Levantarlo, o ir flexibilizándolo, beneficiaría a estados y empresarios agrícolas, turísticos, biomédicos, transportistas marítimos, farmacéuticos, petroleros, puertos en el Golfo; e incluso liberaría al empresariado cubanoamericano, rehén de la política establecida, para ocupar su lugar en las relaciones económicas bilaterales.

En materia de seguridad, el diálogo permitiría tratados de cooperación sobre intercepción del narcotráfico, seguridad aeronaval, coordinación entre militares, prevención y defensa civil ante huracanes, problemas de salud pública, especies migratorias y otros intereses ambientales compartidos.

Si a los Estados Unidos les interesa influir en el contexto interno de la isla, el embargo es contraproducente. Sin interacción entre instituciones de los Estados Unidos y la Isla, no hay influencia posible. Trancar la puerta de entrada y mismo tiempo pretender abrir ventanas de comunicación son políticas excluyentes.

Diálogo y diplomacia discreta, lo que los canadienses llaman “compromiso constructivo”, ha funcionado mejor para esta relación influyente que presiones externas. El Vaticano y la Unión Europea, por encima de toda sospecha de simpatía con el gobierno cubano, lo saben bien.

Argumentar que ese compromiso constructivo discreto no ha conllevado la transformación del sistema político cubano entiende mal no solo a Cuba, sino también a China y Viet Nam. En estos dos últimos casos, el tema “derechos humanos” ha sido parte de su diálogo bilateral con los Estados Unidos durante más de veinte años. No obstante, si su política interna y su legislación han dado pasos en este campo, estos han respondido más a su propia dinámica interna que a presiones externas.

No ha existido nunca un contexto latinoamericano —regional y cubano— más favorable a la normalización de relaciones bilaterales; ni una opinión pública norteamericana más de acuerdo, incluyendo a Florida, según muestran las encuestas recientes.


La foto del apretón de manos entre Obama y Raúl en Johannesburgo tuvo un efecto demostrativo, que levantó una expectativa descomunal.

En su segundo mandato, Obama puede mostrar pasos audaces dirigidos a superar antiguos conflictos y negociar con países mucho más intratables para los Estados Unidos que Cuba —Myanmar, Irán, Siria. Ninguno de esos conflictos es menos complicado en seguridad y política internacional que el de Cuba. Ninguno ha exigido una solución durante un tiempo más prolongado.

La foto del apretón de manos entre Obama y Raúl en Johannesburgo tuvo un efecto demostrativo, que levantó una expectativa descomunal. Este gesto, con su carácter simbólico, recibió un amplio apoyo en los medios y la opinión pública internacional. El gobierno norteamericano ya sabe qué repercusiones podría tener si, un buen día, le tomara la palabra a la pegajosa tonada del grupo Interactivo, y decidiera finalmente venir a La Habana.

* Publicado en LOS ANGELES TIMES (24 de abril, 2014, 5:33 p.m., Op-Ed), bajo el título “A spring thaw with Cuba?” (Título original: “Venir a La Habana”. N. del A.)

La empresa estatal socialista: por una mayor flexibilidad en su desempeño.








La Gaceta Oficial de la República de Cuba en su edición extraordinaria No. 21 publica hoy un conjunto de normativas cuyo propósito fundamental es el de otorgar más independencia y autonomía a la empresa estatal socialista, de manera tal que esté en condiciones de ocupar el verdadero papel que le corresponde en el desarrollo de nuestra economía

Autor: Yaima Puig Meneses

28 de abril de 2014 22:04:21
Foto: RAÚL LÓPEZ SÁNCHEZ


La Gaceta Oficial de la República de Cuba en su edición extraordinaria No. 21 publica hoy un conjunto de normativas cuyo propósito fundamental es el de otorgar más independencia y autonomía a la empresa estatal socialista, de manera tal que esté en condiciones de ocupar el verdadero papel que le corresponde en el desarrollo de nuestra economía.

Según explicó a Granma Grisel Tristá Arbesú, jefa de Área de Perfeccionamiento de Entidades de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, en la Gaceta aparecen las modificaciones al Decreto Ley 252 y al Decreto 281 del Consejo de Ministros, que rigen el trabajo para las empresas donde se aplica el perfeccionamiento empresarial, proceso que en estos momentos se actualiza fundamentalmente, como parte de la implementación del Lineamiento No. 15 que plantea que el Perfeccionamiento Empresarial se integrará a las políticas del modelo económico a fin de lograr empresas más eficientes y competitivas.

Aparecen, además, otras tres resoluciones (aplicables a todas las empresas del país) de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y Finanzas y Precios que establecen las regulaciones en cuanto a la vinculación del salario a los resultados, precio mayorista para la venta de las producciones que constituyen excedentes del encargo estatal y las nuevas relaciones financieras de las empresas.

En tal sentido, resulta importante destacar también, que la implementación de los Lineamientos aprobados en el Sexto Congreso del Partido, sienta las bases para paulatinamente separar las funciones estatales de las empresariales, crear condiciones para potenciar el desarrollo de las fuerzas productivas, así como incrementar las facultades al sistema empresarial estatal del país. Es por ello que las directivas del Plan de la Economía para el 2014 incorporaron las medidas que se han autorizado como parte de la ejecución de las políticas aprobadas para la actualización del modelo económico cubano, que contribuyen a la ampliación de las facultades del sistema empresarial estatal.

Entre los cambios más importantes Tristá Arbesú destacó la flexibilización de los objetos sociales de las empresas, en las cuales recae la facultad de decidir qué actividades secundarias y de apoyo derivadas de su objeto social está en condiciones de realizar, lo que les permite producir aprovechando mejor todas sus potencialidades.

Al respecto, la directiva enfatizó en que las empresas, luego de cumplir con su encargo estatal, podrán comercializar sus excedentes o inejecuciones al precio que fije la relación entre la oferta y la demanda.

Otra de las novedades es que se define un sistema de indicadores directivos más concentrado para medir el desempeño de las mismas. A partir de ahora serán siete: las ventas netas totales, las utilidades del periodo, el encargo estatal, las ventas para la exportación, el aporte por el rendimiento de la inversión estatal, la rotación del capital de trabajo y el aporte en divisas, este último, mientras exista dualidad monetaria.

“El Plan de la empresa lo aprueba ahora el Presidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), algo que hasta el momento hacía el Ministro del ramo o el Presidente del Consejo de la Administración Provincial, si la entidad es de subordinación local. Esto constituye un cambio fundamental, y por tanto, seguimos en el camino de la descentralización de facultades”, precisó.

Igualmente, con las directivas del Plan 2014 se eliminaron las restricciones administrativas para la formación del salario en el sector empresarial. “Las empresas podrán distribuir el salario hasta el límite de sus posibilidades económicas y financieras y hasta tanto no sobregiren el gasto de salario por peso por valor agregado bruto planificado. Con estos preceptos se aprueban los sistemas de pago, por las propias empresas en caso de que ellas se encuentren en perfeccionamiento empresarial y por las OSDE para el resto.

En las nuevas relaciones financieras las empresas no tendrán que aportar la depreciación y amortización de activos fijos tangibles e intangibles, ni las reservas no utilizadas en años anteriores. Igualmente, podrán retener hasta el 50 % de las utilidades después de impuesto al cierre del año, lo que significa un 20 % más que lo que hasta ahora estaba establecido.

Las reservas que se creen se utilizarán para incrementar el capital de trabajo, financiar inversiones, desarrollo e investigaciones y capacitación, así como para amortizar créditos bancarios. En este sentido, se incorporan nuevos conceptos: se podrá crear una reserva denominada Fondo de Compensación para cubrir desbalances financieros a nivel de la OSDE y otras para uso específico de la organización superior.

Además, se generaliza para todas las empresas la posibilidad de distribuir utilidades entre los trabajadores como estímulo por la eficiencia económica, siempre y cuando tengan una auditoría financiera con resultados satisfactorios o aceptables en los últimos 18 meses, se cumplan los indicadores directivos y no se deteriore la correlación ingreso medio productividad.

En el transcurso de este año, la implementación de estas y otras medidas, irán “creando condiciones para que las empresas puedan desarrollarse progresivamente en correspondencia con sus posibilidades económicas y la capacidad de dirección de sus cuadros, de quienes se requerirá mayor preparación y capacitación”. Todo este proceso de aprobación de la distribución de utilidades, ya no es una función de los Organismos o Consejos de Administración Provincial; a partir de este año, será facultad de las Juntas de Gobierno —donde estén creadas— de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial o de las empresas, según corresponda.

No olvidemos que este es un proceso gradual de descentralización de facultades —apuntó Tristá Arbesú— con el cual aumenta la responsabilidad de los directivos en las decisiones que competen a sus propias empresas. En consecuencia, resulta indispensable prepararse desde la base hasta el más alto nivel, de manera tal que lo diseñado hasta el momento arroje cada vez mejores resultados.

Blog reúne opiniones post congreso de la Uneac

La bitácora Cine cubano, la pupila insomne, recopila un intercambio entre intelectuales y artistas.

La Habana, 28 abr.- Diversas opiniones sobre el “momento adecuado” para aprobar una Ley de Cine, la legalización del creador audiovisual independiente y cómo aprovechar las nuevas tecnologías, circulan en la web tras el octavo Congreso de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

La Redacción IPS-Cuba resume a continuación los principales aspectos tratados por artistas e intelectuales, sobre el cónclave celebrado los pasados 11 y 12 de abril, que recopila el blog Cine cubano, la pupila insomne, del crítico cubano Juan Antonio García Borrero.

La reflexión de la cineasta Marina Ochoa, publicada el 24 de este mes, señaló que “la Ley de Cine, el reconocimiento del creador autónomo, la sección de cine separada de radio y televisión dentro de la Uneac y la Academia de Cine, más que sueños son las respuestas sensatas a la compleja realidad del cine cubano hoy”.

A juicio de la presidenta de la Red Cubana de Mujeres Realizadoras, “aprobar estas propuestas no tiene necesariamente que menoscabar el rol y prestigio del (estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) Icaic”.

Para ella, “esto solamente podría hacerlo el propio Icaic si no logra refundarse sobre bases modernas y dejar atrás la nostalgia pero no los fundamentos que estuvieron presentes en su creación y que se mantienen válidos”.

En tal sentido, la también integrante del g-20, un grupo de cineastas que desde 2013 dialoga y presenta proyectos a las autoridades para actualizar el sistema cinematográfico cubano, instó en su mensaje “a romper barreras, dinamitar esquemas y poner nuevamente al creador en el centro del quehacer de la institución”.

Por su parte, el profesor y crítico de arte Gustavo Arcos apuntó “cuán paralizante ha sido esa retórica del “momento adecuado”.

Calificó de “incoherente” el hecho de que “siendo la educación, los medios y la crisis de valores en la sociedad los temas discutidos con mayor vehemencia en el evento (el octavo congreso), el clamor de los cineastas se vea subestimado por las propias autoridades de la cultura”.

“Postergar la toma de decisiones con respecto a este asunto, solo conseguirá un mayor distanciamiento entre los creadores y las instituciones, una contaminación del diálogo entre los artistas y el Estado”, advirtió Arcos en un texto del 21 de abril.

Con igual fecha de publicación, apareció el documento las “Palabras para el VIII Congreso de la Uneac”, donde el historiador Delio Orozco defendió el uso en Cuba de los software libres.

Aquí, el vicepresidente de la Uneac en la oriental provincia de Granma expresó su disposición a compartir “la experiencia en la construcción de Enciclopedias digitales temáticas, empleando tecnologías libres para difundir, promover y socializar, desde los mismos sitios donde se construye el decurso histórico de la nación (los municipios), el constructo que, en magnífica diversidad, nos identifica y distingue como país”.

Sobre la necesidad de utilizar creativamente las herramientas tecnológicas, García Borrero comentó el 20 de abril. A su modo de ver, “los más de 9.000 miembros que actualmente conforman la Uneac no pueden asumir tal desafío”.

En el artículo titulado “Post-congreso: notas para un debate sobre el intelectual y la cultura cubana en el siglo XXI”, el bloguero dijo que “no basta con que se tenga acceso a Internet (como lo tienen los artistas y creadores de este país, quienes pueden navegar en las salas de navegación que existen en todas las provincias, pagando apenas cinco pesos por la hora), para hacer un uso verdaderamente creativo de esas herramientas”.

Relacionado con lo anterior, el crítico de cine señaló el “escasísimo interés que ponen el grueso de los miembros de la Uneac (incluyo también a sus dirigentes) en la actualización de esos conocimientos”.

Aseguró que “si se hubiesen aprovechado mucho mejor estas tecnologías, el propio Congreso se habría beneficiado con los debates previos”.

No obstante, García Borrero indicó el día 24 en su blog que “un Congreso debe medir su eficacia no por lo que en los instantes que duró se dijera, sino por los debates que siguió generando y las cuestiones prácticas que sea capaz de resolver a posteriori”. (2014)

En Cuba, Seminario Internacional de Longevidad Activa y Satisfactoria

La Habana, 28 abr (PL) El XII Seminario Internacional Longevidad Activa y Satisfactoria comienza hoy en esta capital para debatir los retos sociales, económicos y de salud por el envejecimiento progresivo de la población en Cuba y el mundo.El programa del evento, que sesionará en el Palacio de Convenciones de La Habana, contempla el VIII Encuentro Internacional de Enfermería, VIII Simposio sobre Salud Bucal en adultos mayores y X Encuentro Internacional de Centenarios, señaló el comité organizador.

Cuba llega a este nueva edición del seminario de Longevidad con el 18,3 por ciento de su población con 60 años o más, según el último Censo de Población y Viviendas.

Para el 2015 ascenderá al 25 por ciento la población adulta mayor, una cifra que se duplicará para el 2050.

Temáticas como alimentación, cultura, ejercicio físico, medio ambiente, salud, motivación, genética, sexualidad y un taller sobre el Club de los 120 años de vida serán tratados en este encuentro, al cual se prevé asistan unos 200 delegados de Cuba, República Dominicana, México, Argentina, Uruguay y Chile.
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